Hace un año que nos despertamos con la noticia, sin que nadie se lo imaginara el Rey del Pop se marchó dejando escrito su nombre en los libros de historia.
Estaba preparando la gira más impresionante de la historia, la que vendio todo lo vendible en tiempo record, la gira de los rumores, la que esperaban miles y miles de fans y antes de todo eso, el rey se convirtió en leyenda con un negocio tan rentable como irónico, conseguir ser el número uno de nuevo con su propia muerte.
Estaba preparando la gira más impresionante de la historia, la que vendio todo lo vendible en tiempo record, la gira de los rumores, la que esperaban miles y miles de fans y antes de todo eso, el rey se convirtió en leyenda con un negocio tan rentable como irónico, conseguir ser el número uno de nuevo con su propia muerte.
Tan sólo un mes después de su muerte, el Rey del Pop recuperaba el número uno en las listas de ventas de medio mundo. De pronto, niños desde Brooklyn hasta Pekín llevaban camisetas con la cara del Rey del Pop y en las radios y locales sonaba 'Billie Jean' parecía que los 80 habían vuelto.
A día de hoy, el repertorio de Michael Jackson ha vendido en todo el mundo 33 millones de copias -físicas- y la película de los ensayos para los conciertos de Londres, 'This is It', es la cinta de un concierto con mayor recaudación de todos los tiempos.
Se calcula que, en total,los herederos han percibido 1.000 millones de dólares en el año que ha transcurrido desde la muerte del artista. Números al margen, el supuesto culpable del exceso de propofol que le mató, el doctor Murray, sigue a la espera de juicio, donde podría ser condenado a cuatro años de prisión.
La muerte de Jackson hizo más que lavar su dañada imagen, la exaltó hasta el punto de que recuperó el título de Rey del Pop que su compotamiento a veces le había arrebatado. Sea como fuere, larga vida al Rey del Pop.
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